PRAGA Y SUS ENCANTOS MEDIEVALES

Praga, la capital de la República Checa, es una ciudad que cautiva a los viajeros con su belleza medieval. Entre sus atracciones más emblemáticas se encuentra el Castillo de Praga, una fortificación del siglo IX que alberga el Palacio Real y la Catedral de San Vito. La Plaza de la Ciudad Vieja es también imperdible, con su reloj astronómico medieval y la Iglesia de Nuestra Señora de Týn.

Otro lugar icónico es el Puente de Carlos, decorado con imponentes estatuas barrocas. No lejos está la Plaza Venceslao, corazón moderno de la ciudad y donde se encuentra el edificio danzante o «Fred y Ginger» con su arquitectura única de estilo art decó.

También vale la pena explorar el romántico barrio de Malá Strana, el pintoresco Vecio Mesto (Ciudad Vieja) y el barrio judío Josefov. En cuanto a gastronomía, se debe probar el cerdo guisado, el goulash checo y el knedliky, una especie de panqueques hechos con patata y harina.

En las orillas del río Moldava se halla Vyšehrad, una antigua fortaleza que ofrece vistas espectaculares de Praga. Los amantes de la cerveza no pueden perderse una visita a un típico pub checo para probar la excelente cerveza local. Con su mezcla cautivadora de encanto medieval y modernidad, es fácil entender por qué Praga sigue siendo una de las ciudades favoritas de Europa.



